sabato 14 luglio 2012

ARTE DE CONTRADICCIONES - FONDACION PROA, BUENOS AIRES


ARTE DE CONTRADICCIONES
Pop, realismos y política. Brasil – Argentina 1960
curadores: Paulo Herkenhoff / Rodrigo Alonso
Fundación Proa
Av. Pedro de Mendoza 1929 - Buenos Aires
14/7/2012 - 14/9/2012

Desde el sábado 14 de julio, Fundación Proa presenta Arte de contradicciones. Pop, realismos y política. Brasil – Argentina 1960. Una exhibición curada por Paulo Herkenhoff y Rodrigo Alonso que da cuenta de la efervescencia y del desafío de los artistas, entre el afán modernizador y la urgencia de las luchas revolucionarias.
Durante los años 60, década de cambios inagotables, Brasil y Argentina ofrecen su propia mirada del Pop. Los íconos del Che Guevara, la Coca-Cola y el dólar son imágenes de resistencia y de lucha. El happening y el arte de participación acontecen en la vida cotidiana abandonando los espacios institucionales. Las prácticas estéticas absorben la cultura popular y la fuerza de la realidad organiza la experiencia artística. La experimentación se relaciona con el compromiso.
Pop, realismos y política… reúne mas de cien obras de 58 artistas en filmes, pinturas, instalaciones, dibujos, documentos, performances y fotografías pertenecientes a destacados museos y colecciones privadas.
Coordinado por Herkenhoff y Alonso, el catálogo Arte de contradicciones. Pop, realismos y política. Brasil – Argentina 1960 presenta en más de 300 páginas un despliegue de imágenes, manifiestos, documentos, textos históricos y escritos de los curadores y del crítico Gonzalo Aguilar, en una publicación fundante para la investigación histórica de ambos países.
Pop, realismos y política... permanecerá expuesta en Proa hasta septiembre. La exhibición se presentará luego en el Museu Oscar Niemeyer, en la Galleria d’Arte Moderna e Contemporanea di Bergamo (GAMeC) y en el Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro (MAM).

Acerca de la exhibición, por Adriana Rosenberg

Cuando Paulo Herkenhoff nos planteó la importancia de estudiar las relaciones entre Brasil y Argentina durante los años sesenta, centró su discurso en el valor de dos acontecimientos que a su entender influenciaron al arte brasileño: la exhibición de la Nueva Figuración y una exposición de Antonio Berni en Brasil durante aquellos años.
Su reflexivo discurso, sus convicciones e hipótesis de trabajo nos hicieron pensar que efectivamente era importante para la lectura del arte de ambos países sumergirnos en esa investigación y descubrir el destino adonde arribaríamos. Ya que desde hace dos años, Fundación Proa viene produciendo exposiciones y catálogos de la década del sesenta: Iman Nueva York y SAP: Sistemas Acciones y Procesos, este nuevo desafío está en sintonía con nuestro programa de exhibiciones. Fue Bruno Assami quien tomó a su cargo la dirección del proyecto y convocamos nuevamente a Rodrigo Alonso como colaborador.
La búsqueda iba relevando la creatividad, la multiplicidad de disciplinas, la rebelión, el trascender los límites; el resultado: una nueva moral que cambió muchos hábitos, los artistas rompieron y quebraron estructuras, se comprometieron políticamente, crearon imágenes que hoy representan sin duda momentos trascendentes del siglo XX.
Arte de contradicciones. Pop, realismos y política. Brasil – Argentina 1960 reúne un conjunto destacado de obras realizadas durante la década del 60. Las imágenes documentan la época y los diversos territorios que experimentaron los artistas, transformando y experimentando con la voluntad o el sueño de quebrar la historia.
Los curadores, como en una pieza de piano a cuatro manos, fueron construyendo y ejecutando en silencio una selección de obras que respetan los lineamientos que habían acordado: sumergirse en la ambigüedad y la contradicción. Así las imágenes terminaron conformando un cuerpo sólido de gran potencia iconográfica. Y así queda reflejado: Paulo Herkenhoff en su texto escribe: ¨Entedida la imposibilidad del arte de cambiar a la sociedad, el signo estético asume una potencia de transformación del entendimiento critico del mundo.” En contrapunto Rodrigo Alonso concluye: “Activando ese ejercicio experimental de la libertad´ del que habla Mário Pedrosa (…) en América del Sur el desfase entre la exaltación mediática del consumo y las realidades políticas y socioeconómicas de sus pobladores da lugar a fenómenos de dislocamiento que promueven desde desvíos paródicos hasta verdaderas resistencias críticas”.
La muestra compone un panorama de innumerables fragmentos que son las obras en un diálogo que se mantiene desde la contemporaneidad en un mismo tiempo histórico. La investigación nos revela que no fueron muchos los encuentros entre artistas ni los espacios institucionales que reunieron sus obras. Las instituciones estaban preocupadas por conocer y hacerse conocer en el mundo, abandonado de alguna manera lo más cercano. El trabajo también revela que los artistas eran amigos y compartían momentos en Nueva York o en París, pero muy difícilmente en Buenos Aires o en alguna ciudad de Brasil.
Sin embargo y también desde este silencio, el cuerpo de obras seleccionado dialoga en sí mismo, las resistencias a las corrientes estéticas del primer mundo adquieren su constitución critica, los consumos de masas, la publicidad, el diseño y la moda es asediada por los artistas. Las calles se toman con eventos públicos y los espacios de museos se convierten en espacios de participación muy distintos a los de otros países.
Es así que por primera vez se reúnen cincuenta y nueve artistas, mas de ciento cincuenta obras, fotografías y documentos; al recorrer con la mirada las obras, el espectador se conmueve, viaja hacia una época de ilusiones, de crítica, de lucha y de profundas convicciones.
El catálogo evidencia esta efervescente creatividad, poniendo en circulación imágenes en algunos casos olvidadas y otras ya muy difundidas. La edición reúne los textos inéditos de los curadores, de Gonzalo Aguilar que contextualiza los acontecimientos que rodeaban la escena artística, acompañados por la selección de textos históricos, que nos sumergen en los puntos de vistas y reflexiones de la década, donde Lawrence Alloway o Pierre Restany describen momentos de nuestra historia. Los artistas también están presentes con sus manifiestos, y los críticos, con sus sorprendentes ensayos sobre el happening, el pop y la cultura de masas.
Esta única y extraordinaria exhibición fue organizada gracias a un conjunto de voluntades: en primer lugar, Paulo Herkenhoff, quien oportunamente vislumbró un inagotable espacio de investigación; luego, Bruno Assami, quien organizó y presentó el proyecto y la posibilidad de ser ejecutado, y con la certera convicción que colocábamos un ladrillo más dentro de la historia del arte de nuestros países. Rodrigo Alonso, con su curiosidad y trabajo se plegó rápidamente al proyecto.
La exhibición ya está generando interés, con una agenda programada de itinerancia para el Museo Oscar Niemeyer de Curitiba hasta finales del 2012, y luego en febrero de 2013 se presentará en la GAMEC, Galleria de Arte Moderna e Contemporanea de Bergamo, para finalizar en el Museu de Arte Moderna de Río de Janeiro.
Es inconcebible lograr exhibir este extraordinario cuerpo de obras sin el generoso aporte de todos los coleccionistas, a todos ellos nuestro profundo agradecimiento. Un sincero homenaje y reconocimiento a Gilberto Chateaubriand por haber tenido la capacidad de reconocer el valor de sus “artistas amigos” conformando una de las más importantes colecciones de Brasil. A Carlos Alberto Chateaubriand también nuestro especial reconocimiento por la generosidad en los préstamos de las obras del MAM, y a su Comision Directiva.
A Luli Hunt y a su equipo, al personal de Proa y a todos aquellos que colaboraron inmensamente, nuestro agradecimiento.
Una mención especial merecen los directivos de Tenaris, de Brasil y Argentina, quienes decidieron acompañar esta exhibición en su amplio recorrido, comprendiendo la importancia y el valor de los artistas y curadores. A la Embajada de Brasil en nuestro país que colabora generosamente y a los directivos de Ternium que comparten con nosotros el valor de la presente edición.
A todos ellos, a los artistas, a los coleccionistas, a las Instituciones, a los equipos de trabajo, nuestro más merecido reconocimiento.
A partir de ahora el público y los lectores evalúan nuestro trabajo.